Si estás buscando crear un producto digital rentable y de alto valor para tu audiencia, te sugiero que consideres la posibilidad de crear un curso.
Un curso, en formato de texto o vídeo, capacita sobre un tema o proceso específico a través de varias lecciones o módulos. Puedes optar por impartir todas las lecciones a la vez o a intervalos (por ejemplo, una lección a la semana).
Los cursos pueden encajar prácticamente en cualquier punto de un embudo de ventas y pueden venderse a distintos precios. Esto es lo que los usuarios pueden esperar de un curso en dos precios diferentes:
Veamos algunos ejemplos de cursos en diferentes nichos de mercado:
Como puedes observar, puedes crear cursos sobre una gran variedad de nichos y temas. No obstante, independientemente del tema sobre el cual escribas, te recomendamos que tengas en cuenta las siguientes claves…
1. Crear lecciones con un tamaño uniforme
Antes de empezar a crear las lecciones, define la extensión aproximada de cada una de ellas. Es decir, para cursos basados en texto, puedes crear lecciones de unas 1000 palabras. Esto proporciona suficiente espacio para describir un paso de un proceso, pero es lo suficientemente corto como para no abrumar al lector.
En segundo lugar, procura crear lecciones que tengan aproximadamente el mismo tamaño. Por ejemplo, si escribes lecciones de 1.000 palabras, algunas pueden ser un poco más cortas y otras un poco más largas, pero en general tendrán entre 800 y 1.200 palabras.
Evita los cambios drásticos. Por ejemplo, no debes tener una lección de 500 palabras y otra de 4000. Si ves que una lección va a ser demasiado corta o demasiado larga, combina o divide los pasos para crear lecciones que tengan más o menos la misma longitud.
2. Espaciar adecuadamente las lecciones
Si estás creando un curso donde vas "goteando" la formación a lo largo del tiempo, ten en cuenta el tiempo que van a tardar los usuarios en completar un paso. Para ello, debes calcular.
Por ejemplo, si consideras que una tarea te llevará tres o cuatro horas, y sabes que tu público dispone de aproximadamente una hora al día para completarla, puedes enviar lecciones semanales. De este modo, los alumnos tendrán tiempo suficiente para leer el contenido y dar el paso necesario.
3. Conoce el nivel de conocimientos de tu audiencia
Antes de sentarte a elaborar un curso, es importante que conozcas a tu audiencia: ¿Son principiantes, intermedios o expertos en el nicho de mercado? Su nivel determinará el grado de detalle que debes ofrecer.
Por ejemplo, los principiantes necesitan instrucciones incluso sobre los pasos más básicos. Si omites esas instrucciones básicas, se sentirán confundidos.
Mientras tanto, si proporcionas ese nivel de instrucción a estudiantes intermedios o avanzados, se aburrirán. Por lo tanto, asegúrate de crear un curso dirigido a un nivel de audiencia específico.
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4. Imparte asignaciones
Lo que diferencia a los cursos de muchos otros productos de información es que, por lo general, se proporciona una tarea al final de cada lección. Esta tarea debe animar al usuario a dar un paso hacia su objetivo, tal y como se detalla en la lección correspondiente.
Supongamos que tienes un curso de gestión de deudas y que una de las lecciones trata sobre cómo determinar qué deudas pagar primero.
La tarea para esa lección podría ser exactamente esa: Revisar cada deuda para determinar cuáles tienen los tipos de interés más altos y, a continuación, ordenar las deudas de mayor a menor tipo de interés.
5. Añadir valor con herramientas
Como ya se ha mencionado, el objetivo de la tarea es conseguir que los alumnos realicen una acción específica. Otra forma de lograr lo mismo, al tiempo que se añade valor al curso, es ofrecer herramientas relevantes. Estas herramientas pueden incluir:
… Y cosas similares para ayudar a la gente a pasar a la acción.
Volvamos al ejemplo anterior, en el que la tarea consiste en ordenar las deudas según sus tipos de interés. Para facilitar aún más esta tarea a los alumnos, puedes crear una hoja de trabajo o de cálculo.
Algunas reflexiones de despedida….
Conclusión
Un curso es un gran producto para crear cuando deseas una oferta premium, y / o deseas proporcionar una formación completa a la audiencia. De hecho, al igual que muchas piezas de contenido, un curso allana el camino hacia los beneficios de tu audiencia y las ganancias de tu negocio.
La clave está en crear un curso de alta calidad, que sea atractivo y que realmente ayude a tu audiencia.
Si eres nuevo en este tipo de creación de contenidos, o lo has intentado y has obtenido resultados decepcionantes, entonces te va a interesar consultar Esquemas y Resultados. Aquí aprenderás a crear 10 tipos de contenidos de alta calidad para ayudar a tu audiencia y a ti mismo.
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